¡A todos nos encanta el verano! Podemos pasar más tiempo al aire libre, ir a la playa y broncearnos. Sin embargo, el sol y el calor son dos armas de doble filo ya que, de forma desmedida pueden hacerle daño a tu piel. El exceso de exposición solar puede causar el envejecimiento prematuro, arrugas, manchas, sequedad, e incluso puede terminar en algo más serio como el cáncer de piel. Es por eso que, durante todo el año es importante cuidarnos, pero durante la época de verano hay que ser aún más cautelosos.
La piel utiliza la luz solar para ayudar a fabricar vitamina D, la cual es importante para la formación normal de los huesos. Pero de manera excesiva, los rayos ultravioletas pueden ser muy perjudiciales. Dentro de la capa epidérmica o exterior de la piel hay células que contienen melanina, la cual protege la piel de los rayos del sol, que pueden quemar la piel y, con el tiempo, reducir su elasticidad y causar envejecimiento prematuro.
Por lo tanto, si eres de las personas que esperan impaciente esta temporada de verano para correr a la playa a broncearse, hay ciertas medidas que debes tomar si te vas a exponer al sol directo sin causar daños graves a tu piel. Se recomienda evitar el sol a mediodía, utilizar cremas y bloqueador solar, calcular tu tiempo de exposición al sol, utilizar sombrero, gorra y gafas.
Si ya te expusiste al sol y terminaste con la piel muy sensitiva, utiliza geles calmantes como Aloe Vera, además de ingerir mucho líquido, evitar el sol los días después y tomar analgésicos si presentas dolor, pero todos estos métodos son temporeros. Para obtener siempre un cuidado óptimo de la piel de tu rostro, y protegerla contra los rayos UV, nosotras recomendamos la Terapia de Oxigenación que, en conjunto con una infusión de vitaminas, repara y nutre tu piel mientras le brinda un aspecto saludable y luminoso. Primero, se realiza una limpieza profunda para renovar la epidermis y liberar la piel de impurezas. Luego, se aplica un sérum personalizado, compuesto por vitamina A, B, E y H, péptidos y aminoácidos para estimular la actividad celular en el rostro, y por último se va aplicando el oxígeno zona por zona, comenzando por las zonas más arrugadas o afectadas por factores externos como el sol, hasta las menos afectadas. El tratamiento o dura más de 1 hora y media y se recomienda repetirlo al menos unas 6 veces luego del primer procedimiento.