El verano trae playa, diversión y calor, pero consigo también puede traer infecciones vaginales a las mujeres. Es importante estar pendiente a los síntomas para poder identificarlas, pero primero, debemos hacer todo lo posible por evitarlas.

Pero, ¿por qué precisamente en verano es que las mujeres estamos más propensas a contraer una infección vaginal? El verano es la época más calurosa del año, y por ende nos exponemos a temperaturas más altas y tendemos a sudar mucho más. Las infecciones vaginales pueden ser causadas por algo tan sencillo como el uso de pantalones muy ajustados, ropa interior de material sintético como nylon o lycras, quedarte mucho tiempo con el traje de baño mojado, el sudor y cualquier cosa que mantenga la humedad en esa zona. Todo esto aumenta la cantidad de gérmenes y consigo las posibilidades de una infección vaginal.

Es importante saber cómo detectarla, pues una infección vaginal podría traer repercusiones en su salud, y hasta afectar su vida sexual.   Por lo general la mujer podría sentir dolor al sostener relaciones sexuales. Sus síntomas pueden ser muy variados, dependiendo del germen que lo provoque, se manifestarán dichos síntomas o molestias como ardor, picazón, dolor o irritación al orinar, y cambios en las secreciones o flujos vaginales en olor, color y/o consistencia. De sentir alguno de estos síntomas es necesario acudir a tu médico.

Sin embargo, algunas mujeres no tienen ningún tipo de síntomas y quizas ni siquiera darse cuenta de los mismos si éstos no son demasiado severos. Su médico puede notar signos de una infección vaginal durante un examen ginecológico y mandar a hacer análisis del líquido vaginal para diagnosticar si efectivamente hay una infección y/o darle tratamiento.

Estas infecciones no solo se presentan en las mujeres que están activas sexualmente, sino que pueden presentarse en cualquier etapa, incluso en la niñez y la adolescencia.

Para evitarlas es importante mantener una buena higiene genital, evitar vestir el traje de baño mojado por mucho tiempo, cambiarse la ropa interior varias veces al día, utilizar ropa interior de algodón, evitar jabones perfumados en la zona, evitar pantalones ajustados y cambiar constantemente la toalla sanitaria durante el periodo menstrual.